jueves, 3 de noviembre de 2016

Capítulo 3: HamburguerZO


Me ausenté un momento del blog debido a que mi madre preparó unas hamburguesas en mi casa hace dos semanas y estuve comiéndolas un buen rato; así que para no hartarme de ellas, preferí evitar un poco el exceso, por más que te guste algo, creo que hay un límite de tolerancia.
Ahora sí, a lo que vamos, conocí HamburguerZO de vista un día que iba tarde para mi trabajo y me disponía a mirar a donde fuera para distraerme de mi tardía llegada, incluso vi a una chica terminando con su novio por What´s Up; entre lo que vi por la ventana, estaba HamburguerZO.
En cuanto entré, me dio la impresión de que el sitio era más pequeño y simple por dentro de lo que parece por fuera, incluso tenían una televisión por donde pasaban TV Azteca, lo que no es malo, pero me da mejor espina un lugar donde se permiten pagar cable para sus clientes. En fin, una vez que me senté en el sitio, realmente noté lo calmado que era, casi todo el tiempo se escuchaba el sonido del viento y nada más, quien esa, quizás era más el clima que el sitio en sí, pero me agradó esa tranquilidad.


(HamburguerZO, creo que se ve más guapo por fuera que por dentro)

Confieso que realmente no tengo mucho que escribir sobre HamburguerZo, el servicio es bueno, el lugar está limpio y tranquilo (aunque cuando fui al baño no había papel, por suerte suelo llevar el mío propio a donde vaya), e incluso un cliente, que parecía recurrente, me dio el “Provecho” cuando se retiraba. Casi puedo comparar la experiencia de ese sitio con la sensación de una visita tranquila que le haces a un pariente en un domingo, espero que haya sido el lugar y no simplemente el ambiente de ese día, porque pocos lugares ofrecen una atmósfera así.
(Mi hamburguesa: No está mal de tamaño)

Sobre la hamburguesa, que es lo que más importa, tiene un aroma y textura agradables, tuve que esperar menos de 10 minutos por ella pero estaba bien cocinada y los ingredientes estaban bien colocados, con ello refiriéndome a que no se te caen cuando tratas de llevarte la comida a la boca, y eso es más importante de lo que mucha gente piensa, más de una vez retiro una hamburguesa del plato y me llega un pan con mayonesa a la boca.
(El jamón y la carne tenían un aspecto agradable)

La hamburguesa de HaburguerZo no es nada espectacular, los sabores se complementan correctamente pero ninguno destaca en especial, quizás el queso un poco. Antes de darme cuenta ya me la había terminado, quizás porque noté que se enfriaba rápido, probablemente por la velocidad con  la que la entregaron.
Terminé mi comida y amablemente me dieron mi cuenta y unas mentas, un destalle que se agradece; un amigo me dijo una vez que no hay nada más romántico que ir a comer, se te quede algo entre los dientes y tu pareja te quite esas sobras con un beso… pero como iba yo solo, me conformé con las mentas.
Salí del sitio con una sensación meramente agradable, pero nada especialmente memorable, las raciones no son muy generosas que digamos, pero te quitan el hambre, aunque no niego que HamburguerZo es bueno para comer si estás de paso, además no es caro; 50 pesos la hamburguesa especial (Y por especial me refiero a que tiene 2 quesos).
El HamburguerZo al que fui estaba en Boulevard de las Américas, cerca de Plaza Del Toro, pero sé que hay al menos dos HamburguerZO en Querétaro.
(Menú del lugar)


Comentario aparte, noté que me dieron una mejor atención en cuanto notaron que anotaba cosas y tomaba fotos de la hamburguesa. Quien sabe, quizás en algún momento pueda usar el poder de este blog para conseguir alguna hamburguesa gratis, sobretodo ahora que tengo ganas de ir a un puesto un tanto menos “restaurantoso” (Ojala eso sea una palabra). 

domingo, 16 de octubre de 2016

Blog Hamburguesero de EDD SOU: Capítulo 2 "Hambur Muú"


Es mi intención no discriminar ninguna hamburguesería, ya sea un puesto de calle o un establecimiento más choncho… aunque mi gfragil economía normalmente me lleva a escoger los puestos de calle o pequeños negocios como potenciales hamburgueserías a reseñar. Pero en sí, cualquier hamburguesa que se pueda conseguir en Querétaro esta en mi consideración para la búsqueda de la mejor hamburguesa de Querétaro.
En esta ocasión, me di la oportunidad de ir a Hambur Muú, una franquicia famosa por dar hamburguesas al carbón, lo cual suena muy bien, gracias a las ocasionales parrilladas con mis amigos he comprobado que el cocinar al carbón suele ponerle un sabor especial y rico a la comida, aun cuando entre mis magnánimos compinches  ninguno sabe cocinar de forma especial, algunos incluso los veo capaces de quemar el agua.
(Siempre me han gustado estos logos donde nos sonríe tan alegremente
 el animal cuya carne nos vamos a comer)

Me dirigí a la hamburguesería caminando en una ola de calor que los queretanos ya conocemos íntimamente, sintiéndome muy astuto decidí comprar una Coca-Cola fría en un Super Q antes de llegar al negocio, con tal de salvar un poco de dinero… mi plan no resultó como esperaba pues al poco tiempo de llegar a Hambur Muú, descubrí que las papas y el refresco ya vienen incluidos en la hamburguesa.   
(Yo, creyendo que me salí con la mía)

(Yo, descubriendo que no fue así)

Antes de conquistar mi paladar, me gusta que conquisten mi cartera, y Hambur Muú no logró eso, su hamburguesa sencilla (la que comí) costaba $78.00. Si uno se siente fancy, puede pedir la más cara de $95, aunque supongo que vale el precio pues es de arrachera, quizás en algún futuro la pruebe.
Mientras aún me dolía el codo y esperaba mi hamburguesa, noté que era el único cliente en ese momento, pero no me siento mal por Hambur Muú, con esos precios cubren la cuota de ganancias con tres clientes a la semana. El ambiente del lugar era apropiado pero no espectacular, un área de juegos para niños a la que tenía ganas de meterme para desquitar un poco de dinero (ya habrán entendido que soy un tanto tacaño), y tenían un par de televisores donde pasaban la película del SEXTO SENTIDO en Cinemax (Para quienes no hayan visto la película, se las recomiendo, es muy buena, y Bruce Willis descubre que está muerto al final), la película fue generosa conmigo pues llegue justo en la parte donde el niño interactúa con la fantasma que vomita… “muy ideal para abrirme el apetito”. 
(Síp, justo llegué en esta parte ¡Eso no me va a dar hambre)!)

(Bueno, al menos él sí se sintió hambriento luego de aquello)

 Tampoco ayudó que los empleados no me dedicaran ni una sonrisa, no parecían muy felices de trabajar ahí, sobretodo uno de los dos empleados que estaban ahí que tenía cara de narco salido de Breaking Bad  y no de empleado de hamburguesería.
(Prácticamente un Héctor Salamanca joven me atendió)

Aunque no le daré mucha importancia a esto, pues no quiero creer que en todas las Hambur Muú pase esto con los empleados, pero eso sí, no pensé en darles propina.

Pasando a la comida, las papas no son espectaculares, me imagino que son de esas congeladas que te venden en los super, mi refresco fue una Pepsi (no me dieron a escoger), y finalmente, mi hamburguesa, admito que estaba buena; si bien la carne no me impresionó tanto como debería, esas hamburguesas tienen una especie de salsa especial o combinación de ingredientes que le dan un sabor picante y rico no muy exagerado, eso ayudó mucho a la carne y al resto de la hamburguesa, alago también al pan, pues recibió atención en la cocina y estaba caliente. Como comentario adicional, en Hambur Muú tú le puedes poner la mostaza, cátsup y mayonesa a tu gusto a tu comida y, por alguna razón te dan toallas desechables en vez de servilletas… no sé bien qué pensar sobre eso.
A pesar de haber comido una buena hamburguesa, no estoy 100% convencido de que haya valido el gasto, creo que la experiencia de esa hamburguesería no es algo que no te puedan ofrecer otros lugares donde también se vendan hamburguesas al carbón, pretendo comprobar esta teoría próximamente en un puesto de hamburguesas al carbón que me recomendaron, espérenlo.
El Hambur Muú al que fui se encontraba en la zona de San Javier (Cerca de Universidad), pero según entiendo, hay un par más en Avenida Cimatario y en Centro sur.

Eso es todo por ahora, hasta la próxima. 

martes, 11 de octubre de 2016

Blog Hamburguesero de Edd Sou Capítulo 1: Las Aguacatosas


(Ubicadas detrás de la biblioteca Gómez Morín) 
“Tal vez hay seres más inteligentes que yo, más fuertes y grandes también… tal vez, pero tengo acceso a internet y muchas ganas de comer hamburguesas” Con este pensamiento he decidido iniciar este viaje culinario por las hamburgueserías de Querétaro en búsqueda de la mejor hamburguesa de todas.
Ha iniciado con un humilde puesto al que nunca había ido pero recurrentemente escuche ser recomendado “Las Aguacatosas”.
(Foto de la pagina: Ciudad y Poder)

Considero que el acto de  comer debe de ser considerado un  ritual  y mucho de lo que te pase en el día afecta en tu momento de degustar tus alimentos; hoy tuve un día común, aunque más bueno que malo eso sí, pero cometí un error que espero no cometer en siguientes búsquedas, no fui con hambre a la hamburguesería. Un desayuno ligero, un almuerzo con tacos y una llenadora comida consistente en un plato de sopa, arrachera con puré de papas y helado de postre, me dejó satisfecho para la hora a la que fui a cenar mi hamburguesa (8:30 pm).  Siguiendo las instrucciones de la gente que me recomendó el puesto, llegué a la biblioteca Gómez Morín, donde pude ver dos puestos de hamburguesas, ahí encontré un dilema pues ambos se veían parecidos, me fui por aquel puesto con mayor cantidad de clientes y tomé al otro como un impostor que intentaba aprovecharse de la fama de las Aguacatosas y abusar de la inocencia de inexpertos como yo (Que vergüenza).
Para mi infortunio, me tocó formarme detrás de una parejita de pubertos feos que no dejaban de besuquearse (Ojala les salgan barros con las hamburguesas), además de ellos la fila era considerable, pero avanzaba rápido, aunque me tomaron unos 15 minutos conseguir mi comida, se me hizo más larga la espera con esos jóvenes supuestamente enamorados delante de mí. Detesto que esas parejas sean tan desconsideradas para nosotros los solteros (Eso creo que ya se lo podían imaginar, es martes en la noche y estoy usando mi tiempo para escribir sobre hamburguesas).

Mientras esperaba, observé las miradas de los comensales en espera sobre esas hamburguesas cuyo aguacate brillaba sobre la gruesa carne como si fuera oro verde, hipnotizados viendo en un círculo que cubría el pequeño puesto de 3x1 , mirando atentos como la tierna carne se ponía color negro mandingo sobre la plancha y luego pasaba al no menos choncho resto de la hamburguesa; casi me dio la idea de que comenzarían un ritual estilo “orgia latria” como el que narró alguna vez Aldous Huxley, no ayudaba el hecho de que un par de sujetos se habían puesto a cantar música del Tri a cambio de unas monedas (aunque admito que eran buenos, yo sí les di algo de buena gana).
En la espera tuve la oportunidad de ver con admiración como uno de los empleados iba de uno en uno con los miembros de la fila y pedía sus órdenes, siendo capaz de recordar cada especificación de manera aparentemente sencilla. No sé qué hace ese tipo ahí, con esa memoria debería estar haciendo cálculos para la NASA.

Ya con mi hamburguesa en mano, me dirigí a mi casa, a unos 10-15 minutos caminando, en el camino sentí que un perro Golden parecido a Buddy (El perro que jugaba basquetbol y que dominaba cualquier cosa que hacía como yo nunca lograré en mi vida) se olfateaba mi comida. Afortunadamente logré eludirlo y seguir mi camino.

 La primera mordida de mi hamburguesa no fue la experiencia que creí, definitivamente era sabrosa pero tardó un poco en complementarse todos los sabores en mi boca. Y diré que esas hamburguesas más que ser famosas por su aguacate, deberían de ser famosas por su carne, esa carne molida preparada en el mismo puesto era algo que presumir, y tenía tantos ingredientes que tenías que tomarte un momento para experimentar cada sabor. Aunque siento que el pan estaba descuidado, simplemente agarran un pan Bimbo y le ponen todo lo demás, yo tengo la teoría de que el pan también debe de recibir algo de amor para cumplir al 100, sino se deshace, casi al final ya sostenía vestigios de lo que alguna vez fue un pan.
(Mi choncha hamburguesa, aún completa)


Puedo decir que la hamburguesa Aguacatosa es una que se debe tomar en serio y debes ir con hambre a comerla; yo ya me había llenado poco antes de terminarla.  No creo que deba considerarla la mejor de Querétaro pero definitivamente inicia muy bien esta competencia; la Aguacatosa es una comida que te puede dar una experiencia de sabor nueva en cada mordida y si se trata de satisfacerte, definitivamente matará tu hambre.  Esta hamburguesa la puedes encontrar todas las noches detrás de la biblioteca Gómez Morín a partir de la tarde-noche.

 No le pondré una calificación, pero sí mi sello de aprobado y mi recomendación.