(Ubicadas detrás de la biblioteca Gómez Morín)
“Tal vez hay seres más
inteligentes que yo, más fuertes y grandes también… tal vez, pero tengo acceso
a internet y muchas ganas de comer hamburguesas” Con este pensamiento he
decidido iniciar este viaje culinario por las hamburgueserías de Querétaro en búsqueda
de la mejor hamburguesa de todas.
Ha iniciado con un humilde puesto al que nunca había ido
pero recurrentemente escuche ser recomendado “Las Aguacatosas”.
(Foto de la pagina: Ciudad y Poder)
Considero que el acto de
comer debe de ser considerado un
ritual y mucho de lo que te pase
en el día afecta en tu momento de degustar tus alimentos; hoy tuve un día
común, aunque más bueno que malo eso sí, pero cometí un error que espero no
cometer en siguientes búsquedas, no fui con hambre a la hamburguesería. Un
desayuno ligero, un almuerzo con tacos y una llenadora comida consistente en un
plato de sopa, arrachera con puré de papas y helado de postre, me dejó
satisfecho para la hora a la que fui a cenar mi hamburguesa (8:30 pm). Siguiendo las instrucciones de la gente que me
recomendó el puesto, llegué a la biblioteca Gómez Morín, donde pude ver dos
puestos de hamburguesas, ahí encontré un dilema pues ambos se veían parecidos, me
fui por aquel puesto con mayor cantidad de clientes y tomé al otro como un
impostor que intentaba aprovecharse de la fama de las Aguacatosas y abusar de
la inocencia de inexpertos como yo (Que vergüenza).
Para mi infortunio, me tocó formarme detrás de una parejita
de pubertos feos que no dejaban de besuquearse (Ojala les salgan barros con las
hamburguesas), además de ellos la fila era considerable, pero avanzaba rápido,
aunque me tomaron unos 15 minutos conseguir mi comida, se me hizo más larga la
espera con esos jóvenes supuestamente enamorados delante de mí. Detesto que
esas parejas sean tan desconsideradas para nosotros los solteros (Eso creo que
ya se lo podían imaginar, es martes en la noche y estoy usando mi tiempo para escribir
sobre hamburguesas).
Mientras esperaba, observé las miradas de los comensales en
espera sobre esas hamburguesas cuyo aguacate brillaba sobre la gruesa carne como
si fuera oro verde, hipnotizados viendo en un círculo que cubría el pequeño
puesto de 3x1 , mirando atentos como la tierna carne se ponía color negro
mandingo sobre la plancha y luego pasaba al no menos choncho resto de la
hamburguesa; casi me dio la idea de que comenzarían un ritual estilo “orgia
latria” como el que narró alguna vez Aldous Huxley, no ayudaba el hecho de que
un par de sujetos se habían puesto a cantar música del Tri a cambio de unas
monedas (aunque admito que eran buenos, yo sí les di algo de buena gana).
En la espera tuve la oportunidad de ver con admiración como
uno de los empleados iba de uno en uno con los miembros de la fila y pedía sus órdenes,
siendo capaz de recordar cada especificación de manera aparentemente sencilla.
No sé qué hace ese tipo ahí, con esa memoria debería estar haciendo cálculos para
la NASA.
Ya con mi hamburguesa en mano, me dirigí a mi casa, a unos
10-15 minutos caminando, en el camino sentí que un perro Golden parecido a
Buddy (El perro que jugaba basquetbol y que dominaba cualquier cosa que hacía
como yo nunca lograré en mi vida) se olfateaba mi comida. Afortunadamente logré
eludirlo y seguir mi camino.
La primera mordida de
mi hamburguesa no fue la experiencia que creí, definitivamente era sabrosa pero
tardó un poco en complementarse todos los sabores en mi boca. Y diré que esas
hamburguesas más que ser famosas por su aguacate, deberían de ser famosas por
su carne, esa carne molida preparada en el mismo puesto era algo que presumir,
y tenía tantos ingredientes que tenías que tomarte un momento para experimentar
cada sabor. Aunque siento que el pan estaba descuidado, simplemente agarran un
pan Bimbo y le ponen todo lo demás, yo tengo la teoría de que el pan también debe
de recibir algo de amor para cumplir al 100, sino se deshace, casi al final ya
sostenía vestigios de lo que alguna vez fue un pan.
(Mi choncha hamburguesa, aún completa)
Puedo decir que la hamburguesa Aguacatosa es una que se debe
tomar en serio y debes ir con hambre a comerla; yo ya me había llenado poco
antes de terminarla. No creo que deba
considerarla la mejor de Querétaro pero definitivamente inicia muy bien esta
competencia; la Aguacatosa es una comida que te puede dar una experiencia de
sabor nueva en cada mordida y si se trata de satisfacerte, definitivamente
matará tu hambre. Esta hamburguesa la
puedes encontrar todas las noches detrás de la biblioteca Gómez Morín a partir
de la tarde-noche.
No le pondré una
calificación, pero sí mi sello de aprobado y mi recomendación.
te recomiendo que vayas a all-grill está en santa monica, a un lado de carrillo, para mi las mejores de Queretaro.
ResponderBorrarGracias por la recomendación, iré en algún momento.
BorrarHay un local de hamburgesas al carbón donde compro cuando no traigo comida, esta en campo militar enfrente de kellogg, para mi están muy buenas, tienen de 150, 250 y 350 gr de carne y la doble pecherona de 700 gr de carne, te las recomiendo
ResponderBorrarSe oye prometedor, iré en algún momento ¿que horarios tienen?
BorrarHay una hamburguesería muy buena donde las hacen al carbón, te la recomiendo, está por Av. Belém.
ResponderBorrarUmmm ¿sabrás como se llama la hamburguesería?
BorrarLas que están a un lado del templo de la cruz al lado de los elotes "el hermano" tienen las tres B's. Recomendadas!!
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